Afeitarse o dejarse crecer la barba es, en cualquier caso, un ritual en el día a día de los hombres. Un atributo masculino por excelencia que existe desde tiempos inmemoriales. Es tanta su importancia, que el primer sábado de septiembre se celebra el día mundial de la barba. Compuesta por unos 20.000 pelos, nace en la etapa de la pubertad, entre los 12 y los 18 años, por la acción de unas hormonas sexuales llamadas andrógenos. Gracias a estos, se produce el desarrollo completo de partes del cuerpo implicadas en la diferenciación del género masculino, como los músculos, la piel o los genitales.
En cualquier caso, la barba es una zona capilar que debe estar bien cuidada, dada su alta exposición a factores como comida o la contaminación. Sin embargo, tanto por una mala higiene, causas hereditarias o, incluso, por un mal afeitado o el roce continuado con la superficie cutánea, pueden desarrollarse trastornos o enfermedades que afecten a la barba. Entre otras, nos encontrarnos las siguientes afecciones:
¿Qué enfermedades afectan a la barba?
Foliculitis
Se trata de una infección de uno o varios folículos del pelo que produce inflamación. Normalmente es causada por una bacteria o, incluso, por hongos, y su origen puede ser, sobre todo, por el roce de la ropa, el traumatismo que supone el afeitado o por una mala higiene, entre otros. Se manifiesta como una o varias pústulas y enrojecimiento donde nace el vello. Su tratamiento se basa en antibióticos tópicos o sistémicos, dependiendo de si se da en zonas localizadas o extensas.
Pseudofoliculitis
Es una inflamación causada por los conocidos pelos enquistados. Se da, principalmente, en hombres con barba densa y rizada, aunque también suele ser frecuente entre aquellas personas que se depilan o afeitan en sentido contrario al nacimiento del vello (a contrapelo), provocando que éste crezca de forma defectuosa. Lo normal es que se solucione en pocos días. Cuando se produce este enquistamiento, es importante extraer el cabello con la ayuda, por ejemplo, de una aguja, o dejar de afeitarse durante un tiempo hasta que desaparezca la infección.
Alopecia areata de la barba
Esta enfermedad autoinmune, en la que las células del paciente atacan a las unidades foliculares y detienen el crecimiento capilar, tiene como consecuencia la aparición de zonas circulares lisas y sin vello, muy visibles. Otras causas pueden ser episodios de estrés y ansiedad, que suelen producir caídas de pelo; antecedentes familiares o la presencia de cicatrices donde no crece ningún folículo. No tiene por qué ser un proceso irreversible, por lo que a muchos hombres les vuelve a crecer la barba en las partes afectadas. Se trata con productos sistémicos y tópicos. Sin embargo, si los tratamientos no mejoran, la solución puede ser recurrir a un trasplante de pelo en la barba.
Tiña de la barba
Esta infección es causada, por norma general, por unos hongos llamados dermatofitos, que se alimentan de la queratina del pelo. Originan manchas circulares y descamadas que pueden acabar en costras, dejando sin vello la zona donde se asienta la lesión. Es una enfermedad poco frecuente pero si su alopecia no se frena a tiempo, puede convertirse en permanente. La terapia habitual son los fármacos sistémicos y, en caso de tiñas muy inflamadas, se podría pautar un tratamiento con corticoides. Los expertos también recomiendan el uso de champús antifúngicos con ketaconzalol para prevenir recaídas.
Otras afecciones
Otras patologías que pueden afectar a la barba del hombre son la dermatitis, el herpes, o el acné, entre otras.
Si sufres alguno de estos síntomas en la zona de la barba, no dudes en consultarlo con los especialistas del Hospital QuirónSalud de Málaga, donde el Doctor Antonio Burgos te asesorará y ofrecerá la mejor solución a tus problemas.