¿Cuándo es el mejor momento para realizarse un injerto capilar?

La alopecia no entiende ni de edad ni de sexo. Tanto hombres como mujeres, sean de la edad que sean, pueden padecerla en algún momento de su vida. Algo que, como es normal, no resulta ser de buen agrado, sobre todo teniendo en cuenta el importante papel que juegan hoy en día la imagen y el físico. Así, la pérdida de cabello es una de las mayores preocupaciones en cuanto a estética que existen en la sociedad. Por ello, ante un problema de este tipo, cualquier persona desea encontrar, cuanto antes, una solución. La más recomendable es el injerto capilar con la técnica FUE o FUSS (o técnica de la tira). Sin embargo, como en todo, cada cosa lleva su tiempo y es necesario valorar cada caso particular porque no siempre resulta ser el tratamiento adecuado.

¿A qué edad se puede hacer un trasplante de pelo?

La edad no suele ser un factor determinante a la hora de realizar o no un injerto capilar, siempre que el paciente tenga una buena salud, no padezca ninguna patología previa y disponga de una zona donante y una densidad adecuadas. Sin embargo, a pesar de no existir límite ni suponer un problema, los especialistas prefieren intervenir a personas mayores de 30 años para estudiar la evolución futura de la caída de cabello.

Injerto capilar en menores de 30 años

En general, una persona menor de 30 años no es una buena candidata: A esa edad, la alopecia no se ha estabilizado, por lo que los tricólogos no podrían prever cómo evoluciona la caída en caso de practicar un trasplante de pelo. Si se interviene a alguien más joven, es posible que tenga que someterse en el futuro a un nuevo injerto, dado que puede seguir perdiendo el cabello no trasplantado. Por tanto, en estos casos se opta por realizar tratamientos médicos capilares con fármacos y, una vez se estabilice la alopecia, realizar el injerto capilar.

No obstante, el Doctor Antonio Burgos siempre evalúa cada caso. De esta forma, en el Hospital QuirónSalud se realizan las pruebas necesarias para conocer las causas de la pérdida de pelo. La viabilidad de realizar o no un injerto capilar va a depender, sobre todo, de ese diagnóstico capilar y, por tanto, del tipo de alopecia del paciente.

¿Se pueden tratar todas las alopecias con un trasplante de pelo?

Injerto capilar para la alopecia androgénica o calvicie común

No todas las alopecias son tratables con injerto capilar. La que mejor responde a un trasplante de cabello es la alopecia androgenética o androgénica. Esta es la más común de las alopecias masculinas –aunque también puede afectar a las mujeres–. Este tipo de calvicie se extiende desde la sien –las conocidas como entradas– hasta la coronilla y conlleva la caída del pelo por factores asociados a la genética. Lo recomendable es realizar el injerto una vez estabilizada o frenada la alopecia, ya sea con tratamiento complementario o porque las hormonas ya no influyen en los folículos pilosos. Aunque tampoco conviene esperar demasiado para no perder densidad ni zona donante.

Implante capilar para la alopecia cicatricial

Además de la androgenética, un injerto capilar también es factible si el paciente tiene alopecia cicatricial secundaria, es decir, aquella provocada por cirugías en la cabeza, tratamientos contra el cáncer, accidentes, traumatismos o quemaduras, entre otras causas. Asimismo, el trasplante de pelo está indicado en los casos de alopecia temporal triangular, de origen genético y en la que la persona que lo sufre pierde el pelo en las zonas laterales de la cabeza.

Injerto capilar ¿y alopecia areata?

Sin embargo, hay ocasiones en las que no es recomendable realizar un implante capilar. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el paciente tiene alopecia areata. Este tipo de calvicie provoca zonas despobladas de pelo en determinados puntos de la cabeza o resto del cuerpo con formas redondeadas. Al ser una patología autoinmune, el sistema inmunitario confunde a los folículos pilosos con amenazas, alterando el ciclo capilar. Esto provoca la producción un pelo más débil que, con el tiempo, terminará cayendo. Tampoco se aconseja someterse a un injerto en periodos como el embarazo o la lactancia, épocas que, debido a la situación hormonal y a las alteraciones que se producen en el crecimiento del cabello, la alopecia no se podría valorar de forma correcta.

dr antonio burgos rueda

Dr. Antonio Burgos Rueda

Médico capilar, especialista en injerto capilar FUE. Licenciado en Medicina por la Universidad de Málaga. Master en Medicina estética. Fellow en Injerto capilar en Bruselas. Master en Tricología y Cirugía capilar. Socio fundador de SERECAP (Sociedad Española de Restauración Capilar) perteneciente a su junta directiva como secretario. Dedicado de forma exclusiva a la patología capilar desde el 2014, es una referencia nacional e internacional en el campo del Injerto Capilar.

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