Al igual que el resto del cuerpo humano, el crecimiento del cabello no se produce de forma indefinida, es decir, tiene un tiempo de vida: nace, crece y muere, dejando paso a nuevos cabellos. De hecho, a lo largo del día, una persona pierde entre 80 y 100 pelos. Hasta ahí, todo normal, siempre y cuando el ciclo no se vea alterado.
La vida media que tiene cada nuevo pelo está entre los dos y los siete años. Cada cabello crece en una unidad folicular y cada uno de ellos tiene su propio ciclo, independiente del resto. Esto evita una pérdida capilar visible, ya que si todos estuvieran sincronizados, habría épocas en los que se estaría completamente calvo y otros momentos con la cabeza llena de pelo. De hecho, para garantizar que siempre haya cabello suficiente, se estima que el 85% se encuentra siempre en la fase de crecimiento, mientras que el 15% restante está en estado de reposo.
El ciclo de vida del cabello se compone de tres etapas
Fase anágena o de crecimiento:
Es aquella en la que se inicia el crecimiento capilar. Es el período más largo, su duración es de media tres años, aunque dependiendo de cada caso, puede ser entre dos y siete años. Durante esta fase, el pelo está adherido a la papila, después nace y crece, sin detenerse, puesto que las células de la matriz del folículo piloso están continuamente fragmentándose. Aumenta un centímetro al mes y lo hace fuerte, grueso y de forma sana.
Fase catágena o de transición:
Son tres semanas en las que el pelo deja de crecer. Las células de la matriz del folículo ya no se dividen, y la raíz se encoge hasta ocupar un tercio de su tamaño original. El cabello se desprende de la papila, desplazándose hacia arriba del cuero cabelludo.
Fase telógena o de reposo:
Es cuando se produce la caída capilar. Su duración es de tres meses. A veces, los folículos pilosos entran en un estado latente y permanecen inactivos de dos a cinco semanas. El pelo se cae cuando lo cepillamos o lavamos. Al finalizar esta, comienza otra vez el ciclo con una nueva etapa anágena.
Factores que influyen en el ciclo de vida del cabello
Cada uno de los folículos pilosos genera un nuevo cabello en su fase de crecimiento, llegan a tener a lo largo de su vida entre 25 y 30 ciclos. Sin embargo, estos pueden verse afectados en algún momento en función de determinados factores, como los cambios estacionales, la genética, los hábitos alimenticios o las alteraciones en el organismo, como puede ser el estrés o el embarazo.
No obstante, también puede perderse por otras razones, como el consumo de determinados medicamentos, como los que contienen vitamina A que se usan para eliminar el acné o fármacos para disminuir el colesterol. Además, las variaciones en la glándula tiroides, tanto en casos de hipertiroidismo como de hipotiroidismo, provocan la caída crónica y difusa, aumentando la fase telógena y retrasando la anágena.
¿Sabías que las variaciones en la glándula tiroides, tanto en casos de hipertiroidismo como de hipotiroidismo, provocan la caída crónica y difusa, aumentando la fase telógena y retrasando la anágena?
En cualquier caso, si se da alguno de estos casos, es importante llevar una alimentación sana y equilibrada, así como utilizar fortificante champú sin sulfatos, siliconas ni parabenos, para evitar tener algún tipo de alopecia. Si a pesar de esto continúa la pérdida de pelo, el equipo profesional del Doctor Antonio Burgos podrá resolver todas las dudas y ofrecer una solución personalizada con medicamentos específicos, mesoterapia o un trasplante capilar en Madrid o Málaga.
