La alopecia está escrita en los genes. En concreto, en 287, según una investigación publicada en la revista PloSGenetics y realizada por un equipo de investigadores británicos del Centro de Medicina Genética y Experimental de la Universidad de Edimburgo. Una de las conclusiones más llamativas del estudio es que aunque la creencia extendida es que muchos hombres miren si sus padres están calvos para saber si van a perder su pelo, es en el genoma de las madres donde está la clave. De los 287 genes relacionados con la caída del cabello, una parte significativa (40) se concentra en el cromosoma X que los varones heredan de las mujeres.
Durante el estudio, los investigadores examinaron los datos genéticos de 52.874 varones blancos británicos de entre 40 a 69 años con 57,2 años de media, de los que 16.700 no tuvieron caída del pelo, 12.000 tuvieron pérdida leve de cabello, 14.000 tenían pérdida moderada y 9.800 calvicie severa. Los expertos relacionaron el patrón genético de cada individuo con la tendencia a la alopecia y descubrieron que aquellos con una cantidad menor que la media de los 287 genes asociados con la caída del pelo, tenían menos probabilidad de quedarse calvos.
La genética determina la predisposición a desarrollar alopecia
Los científicos, sin embargo, advierten de que la presencia de estos genes implicados en la calvicie no significa que la persona vaya a quedarse calva sino que tiene una mayor predisposición genética que otra con un genoma distinto. Añaden, por otra parte, que la calvicie masculina afecta al 80% de los varones a los 80 años, ya que la pérdida del cabello está relacionada también con la edad. Consideran su estudio como un paso más para entender la arquitectura genética que define la alopecia masculina.