En verano se realizan excesos de todas las clases: con la alimentación, la bebida y, también, con el cabello. Así, una vez finaliza la temporada estival comienza la operación postvacacional y, al igual que se realizan las dietas detox para perder los kilos cogidos, es necesario llevar a cabo determinados cuidados para recuperar el aspecto que el pelo tenía antes.
En estos meses, el cabello es castigado de forma más intensa, sometiéndolo a factores externos como los rayos ultravioleta o el agua. Con la mayor exposición al sol se producen quemaduras en el cuero cabelludo. De hecho, la raíz resulta ser una de las zonas que más sufre en esta época de vacaciones. Y no sólo eso, el calor influye y mucho, ya que lo vuelve más frágil, pierde fuerza y brillo. Además, el cloro de las piscinas daña las fibras capilares e, incluso, modifica su color, haciendo que el pelo rubio se vean en un tono verdoso. Tampoco ayuda la sal del mar, que lo reseca.
Consejos para cuidar tu pelo después de las vacaciones de verano
Al llegar septiembre, se nota que el cabello ha perdido cantidad y calidad. El Doctor Antonio Burgos ha elaborado una serie de consejos para devolverte tu salud:
Hidratación
Para contrarrestar los efectos del calor y del agua del mar, es importante volver a hidratar el pelo, utilizando champú reparador, mascarillas y acondicionadores que se adapten a cada persona. Deben ser productos que contengan queratina, una proteína que se encuentra en cabello, uñas o piel, y que se pierde por culpa de los rayos UV.
Cortar el cabello
Es bueno realizar un corte de vez en cuando, con el fin de mantener la fibra capilar en buen estado y que vuelva a crecer más fuerte y sano.
Utilizar champús sin siliconas
Este químico lo que hace es recubrir el pelo con una barrera impermeable que no puede romper ni el sol, ni las temperaturas externas o los productos cosméticos, pero tampoco deja que este respire y dificulta la regeneración de las células. La mejor opción son los productos que no contengan silicona para que se absorban mejor los aportes de otros tratamientos.
Tener especial cuidado con secadores y planchas
En la medida de lo posible, hay que evitar su uso, puesto que son herramientas que dañan el cabello, resecándolo e, incluso, quemándolo. Por ello, es mejor dejarlo secar al aire libre. En caso de tener que utilizarlos, no hay que olvidar antes aplicar un protector de calor. También es conveniente dejarlo suelto, puesto que las gomas o los peinados tirantes pueden quebrarlo.
Evitar cepillar el pelo mojado
Éste es más flexible, por lo que es posible dañarlo con más facilidad. Hay que peinarlo con cuidado tras el baño y, si es necesario, utilizar algún producto que deshaga los nudos de forma suave. Por otro lado, al salir de la ducha se debe quitar el exceso de agua presionando el cabello mojado con una toalla, sin retorcer.
Mantener una alimentación equilibrada
Cualquier déficit alimenticio puede causar debilidad, fragilidad y caída del pelo, por lo que es importante cuidar una dieta saludable, rica en vitaminas A y B y minerales como el hierro o el zinc, entre otros. Es momento de aumentar el consumo de frutas y verduras, como naranjas, zanahorias o espinacas; así como legumbres, huevos e, incluso, levadura de cerveza.
Enemigos del cabello en verano: agentes externos
Durante las vacaciones, el cambio de hábitos afecta a la salud capilar. El cloro de las piscinas, la sal del agua del mar, una exposición prolongada al sol o el calor del verano afectan al cabello quemándolo, haciéndolo más débil y frágil, modificando su color o, incluso, resecándolo.
Es normal que en esta época del año (otoño) se observe un aumento en el número de cabellos que se caen. Existen vitaminas que estimulan el crecimiento capilar y previenen la caída. Aunque si se pierde en exceso, es necesario ponerse en manos de un especialista.
El Doctor Antonio Burgos estudia cada caso para ofrecer la mejor solución a cada paciente, como son los tratamientos a base de medicamentos vasodilatadores que fortalecen el pelo y que lo pueden utilizar tanto hombres como mujeres) u otros que ralentizan la caída y mejora su miniaturización.